Los 21 ocupantes de un avión militar estadounidense murieron ayer al estrellarse el aparato en medio de una fuerte lluvia en en el Estado sureño de Georgia, según informaron fuentes oficiales. A bordo del Sherpa C-23 de la Guardia Nacional viajaban los tres militares de la tripulación y 18 miembros de la Guardia Nacional.
'El aparato se encuentra en muy malas condiciones', declaró el sherif del condado de Dooly al regresar del lugar del accidente. John Birdsong, un portavoz de la base aérea Robins, confirmó que no había supervivientes. Un grupo de investigadores del Ejército se dirigieron de inmediato al lugar del siniestro, en una zona agrícola de Georgia.
El avión de transporte militar se dirigía desde Hurburt Field (Estado de Florida) hacia su base en Oceana (Estado de Virginia) y se estrelló hacia las once de la mañana (las cinco de la tarde hora peninsular española), en las cercanías de Unadilla (Georgia), a unos 70 kilómetros al sur de su destino, según un comunicado emitido por la base aérea Robins.
El bimotor, de nueve metros, estaba diseñado para operar en condiciones atmosféricas difíciles, según expertos en aviación. Aunque era pronto para saber que lo precipitó a tierra, todos los funcionarios insistían ayer en la intensa lluvia que estaba cayendo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de marzo de 2001