Antonio G. M., de 44 años de edad, ha sido condenado por un tribunal a dos años de prisión por vender metadona en 1999 en el mismo recinto habilitado por las autoridades sanitarias en la calle de Marcos Sopena de Valencia para distribuir esta sustancia a los tóxicomanos. El acusado, que presenta una grave dependencia a los opiáceos y a otros tóxicos, fue sorprendido con 18 centilitros de metadona en la mencionada cola.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de marzo de 2001