Wim Duisenberg, presidente del BCE, recordó ayer a los mercados financieros que la economía de la UE también tiene algo que ver con sus valoraciones y trató de romper el monopolio que Estados Unidos ha establecido en este aspecto en los últimos meses. Duisenberg recordó a los analistas que habrán de pasar tres o cuatro meses para que la inflación en la eurozona baje del 2%, al tiempo que manifestaba que hay que tener más datos para nmover los tipos de interés.
Estas declaraciones coincidieron con la publicación del índice de confianza empresarial de enero en la UE, que cayó al nivel más bajo de los 13 últimos meses, y tuvieron como efecto inmediato el descenso del euro por debajo de los 0,93 dólares, el nivel que mantenía desde algunos días atrás.
Las bolsas hicieron caso omiso de unas declaraciones que no aportaban nada nuevo y mantuvieron la atención en los sectores teconológico y de comunicaciones, que vivían momentos de recuperación.
En la bolsa española fueron Telefónica y los valores de su grupo los que volvieron a tirar con fuerza del conjunto del mercado, nada extraño si se tiene en cuenta que la operadora acaparó un tercio del total de la contratación del mercado continuo, 71.825 millones de pesetas. La concentración de la actividad en el mercado de valores español se mantiene en niveles preocupantes para los valores que no están en el Ibex 35 o cuya ponderación no supera el 5%, puesto que yaer entre seis sociedades se quedaron con el 70% de la actividad total.
El euro fijó un cambio de 0,9305 dólares, algo menor que el del pasado viernes, pero a media tarde perdía gas y cedía posiciones hasta cotizar a 0,9285 dólares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de marzo de 2001