¿No queremos tantos inmigrantes? Anulemos la deuda externa. ¿No queremos que venga gente huyendo de situaciones precarias? Terminemos con el comercio de armas. ¿No queremos que lleguen a nuestro país los extranjeros más necesitados? Practiquemos el comercio justo.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de marzo de 2001