Boliden Apirsa, la filial española de la multinacional Boliden Limited, anunció ayer la firma de un 'acuerdo de confidencialidad' con la multinacional holandesa Trafigura Beheer B. V. para 'cubrir' el proceso de negociación iniciado entre ambas empresas acerca de una 'posible' venta de la mina de Aznalcóllar, explotación propiedad de Boliden Apirsa donde se originó el vertido tóxico que anegó el valle del Guadiamar en abril de 1998.
Un portavoz de Boliden Apirsa, que ha anunciado su intención de abandonar la explotación (500 empleados) en noviembre, indicó que las empresas no se han marcado plazo alguno para culminar esta negociación, 'sólo se han comprometido a desarrollarlo con la mayor brevedad posible'. El portavoz recalcó que este acuerdo 'no excluye' conversaciones con otras firmas. La australiana Murchinson, con la que sí se firmo 'un protocolo de exclusividad' de mes y medio que venció en enero sigue interesada en la operación.
La holandesa Trafigura, una multinacional especializada en la producción y distribución de aceites e hidrocarburos, ya ha mostrado interés en explotaciones de la faja pirítica. De hecho, realizó una oferta por la mina de Río Tinto que fue rechazada por los trabajadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de marzo de 2001