Dirijo esta carta a los presentadores del programa Gol a gol, de TV-3. El intento de relacionar un gol anulado en el Madrid-Barça (3-3-01) con el supuesto deseo de algunos de disfrutar de una continuidad franquista me resulta ridículo. Si realmente la salud democrática de este país os preocupa tanto, las recientes declaraciones de ciertos miembros de la clase política catalana referentes a la imigración deberían merecer más atención por vuestra parte. Más que una decisión arbitral, lo que me indigna es que mis impuestos ayuden a pagar los sueldos de personas que se meten en permanente fuera de juego sin ni siquiera jugar al fútbol.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de marzo de 2001