Nadie sabe nada sobre el paradero de la niña de nueve años Tamara Navas, que desapareció el sábado por la tarde de su casa, en Salou (Tarragona), tras anunciar a sus padres que iba a patinar a la plaza que hay frente al domicilio familiar. La Guardia Civil no tiene ninguna pista sobre la que actuar tras analizar centenares de llamadas recibidas a raíz del anuncio de la desaparición de la menor y después de comprobar que Tamara Navas, en contra a lo que llegaron a pensar sus padres, no llegó nunca a la plaza.
La policía, tras rastrear los pisos vecinos al de la familia Navas, solicitó perros rastreadores, que durante toda la jornada exploraron pozos, playas y descampados de la zona.
A los efectivos de la Guardia Civil y de las policías locales de Salou, Vila-seca y Cambrils se unieron ayer voluntarios que participaron en las tareas de búsqueda de la niña. Ayer por la tarde, el Ayuntamiento de Salou convocó a los vecinos a participar en la búsqueda de la menor. Unas 300 personas, en nueve grupos, rastrearon las afueras de la población, constituidas por abundantes zonas rurales con masías, pozos y márgenes en los que la niña se podría encontrar y las urbanizaciones aledañas. A las 8 de la noche se suspendió la búsqueda sin resultados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de marzo de 2001