Un equipo científico ha encontrado que las células del tejido graso humano pueden convertirse en cartílago, lo que permite pensar en una fuente inagotable de este tejido para el tratamiento de las articulaciones. Los experimentos se han hecho alimentando de forma especial células inmaduras (no se sabe si son células madre o no) procedentes de tratamientos de liposucción. 'Lo que pretendemos es extraer grasa de un paciente que tenga el cartílago dañado y construir piezas de cartílago a medida para su implantación en la articulación', ha señalado Farshid Guilak, de la Universidad Duke (Carolina del Norte, EE UU).-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de marzo de 2001