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CARTAS AL DIRECTOR

Cacas y pises

Me dirijo a esta tribuna para expresar mi indignación ante las declaraciones realizadas por una maestra de un colegio público del municipio de Tres Cantos. Dicha maestra, apoyada, supongo, por la gran mayoría del colectivo docente del centro, pone de manifiesto su indignación por tener que atender a niños/as de corta edad (tres o cuatro años) en sus necesidades más básicas si alguna vez se las hacen encima. La profesora expone literalmente: 'No he estudiado para cambiar pises y cacas'.

Trabajar el control de esfínteres no supone sólo cambiar meados y cagados; supone también una educación en hábitos, actitudes y autonomía de los niños. Los hábitos que adquieran durante esta etapa son para toda la vida. Cualquier actividad que se realice con un niño se puede convertir en un momento educativo, si el educador quiere, por supuesto.

Cuando personas como ésta hablan públicamente en esos términos, ¿cómo hablarán en privado a estos niños que, por desgracia, tienen que pasar junto a ellas todo un curso? ¿A qué nivel dejarán su autoestima? ¿Humillarán a estos niños por el escape? ¿O sólo se limitan a pedir a quien corresponda que les pongan en el aula un apoyo con titulación en cambio de pañales?

Soy maestra en educación infantil y trabajo como directora de una escuela privada en Madrid, donde trabajamos dando a nuestros alumnos una educación global e integral. Además de transmitir conocimientos, educamos a los niños en la adquisición y desarrollo de valores, hábitos, actividades y juegos que les acompañarán durante toda su vida.

¿Por qué aceptan estas personas educar a niños de tres o cuatro años si no son capaces de tener en cuenta las características evolutivas de niños de esta edad? ¿Dónde está la ética de personas que son capaces de no cambiar a unos niños que con tres años se han hecho pis encima?

Si no pueden atender las necesidades más básicas de sus alumnos, ¿cómo van a atender otras que no lo son tanto? -

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de marzo de 2001