Los miembros del claustro de profesores y consejo escolar del IES Laguna de Tollón mostramos nuestra más enérgica repulsa y expresamos nuestra más profunda indignación hacia los actos vandálicos sufridos por nuestro centro el pasado día 11 de febrero. Dichos actos son una muestra más de las dificultades que nos encontramos los docentes en el desarrollo de nuestra labor y de nuestra hermosa, a pesar de todo, profesión.
Por otra parte, exigimos de nuevo a la Administración que adopte las medidas oportunas para que esto no pueda volver a suceder: ocupación de la vivienda de conserje por el personal de plantilla e instalación de una alarma, dado que el presupuesto de los centros docentes debe invertirse en material didáctico que redunde en la tan nombrada calidad de la enseñanza.
En último lugar, demandamos la máxima celeridad por parte de la Administración de Justicia para resolver el caso y no vernos en la humillante situación de tener que encontrarnos en las aulas con los, hasta ahora, presuntos autores. Este hecho está poniendo en grave peligro los principios en que se fundamenta la convivencia en la comunidad escolar. La impunidad es el principio de la alarma social no estamos dispuestos a consentirla.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de marzo de 2001