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Carlos Montaño expone en Sevilla sus dibujos 'ideales e irreales' del cuerpo humano

La playa de Ostia, en Roma, inspiró al pintor y escultor Carlos Montaño (Sevilla, 1956) para una serie de dibujos que ahora se exponen en la galería La Caja China de la capital andaluza. 32 dibujos, cuatro grabados y una escultura en bronce y mármol componen la exposición inaugurada ayer y con la que el artista quiere expresar una idea de ambigüedad e irrealidad. 'Me interesa la idea, me gusta reventar la realidad, no contarla, crear situaciones y sensaciones no tangibles pero que comuniquen cosas difíciles de explicar', dice Montaño, que en 1997 frecuentaba esa playa cuando le concedieron una beca de escultura en la Academia Española de Roma.

'Me resultaba una playa muy familiar y me dio la idea del agua como un espacio de comunicación donde los personajes se podían mover libremente', explica. En los dibujos, a tinta y acuarela, Montaño emplea figuras humanas fragmentadas, sumergidas en agua, sin que por ello se conviertan en obras figurativas.

'No hay un argumento preciso. Quería crear una atmósfera surrealista, en la que las partes del cuerpo humano establecieranearan un discurso visual más ideal que real', añade el pintor, que describe como un 'puzzle mental' estos trabajos, un 'espacio virtual de ausencias y presencias en el que los elementos se comunican en sintonía, como si fueran notas musicales o los versos de un poema'. Para el artista, las partes del cuerpo humano de sus dibujos son metáforas de 'situaciones mágicas imprecisas, pero que se intuyen'. La muestra estará abierta hasta el 4 de abril.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de marzo de 2001