Los expedientes de inmigrantes acumulados en la oficina de Extranjería de Barcelona siguen contándose por millares dos meses después que los trabajadores de la Delegación del Gobierno denunciaran el colapso que vive esta oficina. Los sindicatos estiman en unos 80.000 los expedientes pendientes de tramitación por falta de personal. Y el problema se incrementará si no se dota de más trabajadores esta oficina, donde acude la mayor parte de los inmigrantes que pretenden conseguir un permiso de trabajo y residencia.
Los sindicatos temen que el colapso se agrave aún más tras el compromiso de la Delegación del Gobierno de tramitar antes de 60 días hábiles las solicitudes de regularización presentadas por los 700 inmigrantes que se encerraron en las iglesias de Barcelona.
Un portavoz de la Delegación del Gobierno aseguró ayer que los expedientes de los encerrados podrán tramitarse 'normalmente' gracias a la renovación de 49 trabajadores temporales cuyo contrato expiraba hoy.
Sin embargo, los sindicatos temen que la necesidad de resolver los expedientes de los encerrados en 60 días acabe de desbordar la oficina de Extranjería. 'Éste es un compromiso político, y si hace falta lo cumplirán a costa de paralizar los otros expedientes', afirmó ayer un portavoz sindical de la delegación. Este portavoz cifra en unos 200 la cifra de trabajadores necesarios para resolver el colapso frente a los 150 actuales.
Entre 1997 y 2000, la oficina de Extranjería quintuplicó su actividad. El año pasado, 63 trabajadores de este organismo finalizaron su contrato sin que por el momento se hayan cubierto todas las vacantes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de marzo de 2001