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Del torreón a la cumbre

La que durante el siglo XV fue la poderosa familia de los Mendoza tuvo un origen mucho más humilde. Era la propietaria de una torre en la pequeña aldea alavesa de Mendioz. Pero, poco a poco, los Mendoza fueron aumentando sus posesiones y llegaron a ser señores de Hita, Buitrago, Guadalajara, Manzanares, Liébana, Colmenar, Santillana (Santander) e incluso de lugares del reino de Aragón. Con la conquista de Granada acrecentaron más su patrimonio.

En el rosario de nombres influyentes de la familia destaca Íñigo López de Mendoza (1398-1458), que vivió en Manzanares el Real. Dirigió a los nobles castellanos, a los que capitaneó en campañas militares contra los árabes y en una rebelión contra el rey Juan II de Castilla, padre de la reina Isabel I la Católica.

Pero la influencia de Íñigo López de Mendoza, conocido como el marqués de Santillana, fue aún mayor sobre la literatura española y sobre el desarrollo de su cultura. Fue impulsor de las actitudes que trajeron el Renacimiento a España. Promovió la traducción al castellano de los clásicos Homero, Virgilio y Séneca, y es autor de las famosas Serranillas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de marzo de 2001