José María Setién, obispo emérito de San Sebastián, expresó ayer su apoyo a los nacionalismos contra la globalización o, en sus propias palabras, contra la 'unificación del mundo'. El prelado abogó por 'la sabiduría de los antepasados' y 'el carácter propio de los pueblos' frente a lo que denominó 'pensamiento único de raíces ideológicas puestas al servicio de los intereses económicos y del mercado'. El obispo guipuzcoano hizo estas afirmaciones al exponer su ponencia en el 17º Fórum Vida y Evangelio, encuentro de más 40 colectivos cristianos o simpatizantes de cariz progresista -ONG, colegios, universidades, fundaciones, movimientos cristianos- que se reúnen anualmente para debatir temas de actualidad. En este encuentro, que se celebra en Barcelona este fin de semana, se presentarán ponencias y mesas redondas sobre la inmigración, los malos tratos a las mujeres, el comercio justo y los avances médico-genéticos, entre otros temas.
Setién aseguró que es consciente de que los nacionalismos 'son considerados irracionales y contrarios al sentido de la historia unificadora', pero añadió que la necesidad de identidad es un derecho que debe 'defenderse y potenciarse'. Con citas de Juan Pablo II, el obispo dijo que la existencia humana se mueve entre los polos de la universalidad y la particularidad, y que de esa constante fricción se da una 'tensión inevitable, pero fecunda si se vive con sereno equilibrio'.
Setién defendió el papel activo de la Iglesia en la vida política de los países, alegando que 'debe realizar una firme llamada a la permanente afirmación de los objetivos y valores de la vida política'. El obispo vasco, que dejó la diócesis de San Sebastián tras 20 años de actividad, volvió de nuevo a la actualidad hace dos semanas por la polémica surgida a raíz de la negativa de la Conferencia Episcopal a pronunciarse a favor del pacto antiterrorista PP-PSOE. Setién dijo que cualquier declaración a favor del pacto excluía a todos los obispos vascos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de marzo de 2001