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GENTE

LA TRAICIÓN DE LA PRINCESA AMIGA

'La acogí como a una amiga y me robó a mi marido', acusa Claudine, esposa de Franco Knie -el domador y director de circo que anda en amores con la princesa Estefanía de Mónaco-, en declaraciones que publicaba ayer el dominical suizo en lengua alemana Sonntagsblick. 'Sé que Franco no me quería abandonar, pero ella le presionó sin descanso hasta que terminó cediendo y decidió seguirla', dice la mujer despechada en una entrevista en Waedenswill, al borde del lago de Zúrich, donde el matrimonio posee un chalé. 'El pasado verano la recibí en casa como si fuera mi hija. Incluso cociné para ella y pasamos horas enteras charlando, bromeando y haciendo proyectos juntas. Nos entendimos muy bien', recuerda la esposa del domador. Fue la propia Claudine quien llevó a los hijos de Estefanía al circo, donde el verano pasado la pequeña Pauline apareció incluso en el número de doma de elefantes de Franco. Claudine reconoce que al principio no sospechó nada porque era natural que su marido se sintiese halagado como hombre por el encanto principesco de Estefanía. Pero el día en que él le confesó su amor por la hija de Raniero, ella no podía creérselo, según confiesa ahora: 'No habíamos tenido nunca ningún problema. Llevábamos amándonos veinte años'. 'Franco no sólo era un hombre siempre lleno de atenciones para conmigo, sino que se ocupaba también de Anthony, el hijo [de once años] que tenemos con una minusvalía, el tiempo que le dejaba libre su trabajo en el circo', recuerda la esposa abandonada. Claudine Knie dice haber recibido últimamente muchas cartas, incluso de personas a las que no conoce y que le dan ánimos, lo que le está ayudando a superar 'esta situación tan difícil'.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de marzo de 2001