El segundo acto de la semana entre el Alavés y el Rayo tuvo más igualdad que el partido del jueves, aunque un resultado de nuevo favorable a los vitorianos. Hubo seis goles, razón suficiente para entretener a la concurrencia. Pero no. El verdadero espectáculo lo brindó Javier Turienzo, un suplente que nunca debió salir al césped. Su puesto en el choque de ayer pertenecía a Carmona Méndez, pero éste enfermó, así que tuvo que ceder el lugar a Turienzo. Y Turienzo salió desbordante de energía: trece tarjetas, dos de ellas de color rojo, una serie interminable de errores incomprensibles, incluido uno tan grueso como no indicar una falta merecedora de tarjeta y dejar seguir la jugada, que acabó en gol de Javi Moreno. Y así durante noventa y muchos largos minutos.
ALAVÉS 4|RAYO 2
Alavés: Herrera; Contra, Eggen, Téllez, Geli; Tomic, Desio, Pablo (Karmona, m. 56); Jordi (Azkoitia, m. 69), Ibon Begoña; y Javi Moreno (Iván Alonso, m. 56). Rayo: Keller; Alcázar (Bartelt, m. 60), Urbano, Ballesteros, Setvalls; Quevedo, Poschner; Glaucio (Bolo, m. 80), Luis Cembranos (Iván Iglesias, m. 60), Míchel; y Bolic. Goles: 0-1. M. 22. Míchel aprovecha un despeje de Herrera tras un fuerte disparo de Bolic. 1-1. M. 44. Falta de Contra que no indica el árbitro, el Alavés sigue la jugada, que acaba con un centro de Ibon Begoña y un cabezazo de Javi Moreno. 2-1. M. 46. Tomic aprovecha un pase de Ibon Begoña. 3-1. M. 50. Javi Moreno rompe el fuera de juego y regala el gol a Ibon Begoña. 3-2. M. 83. Bolic, a la media vuelta desde el borde del área. 4-2. M. 92. Contra marca con la izquierda desde el vértice del área a pase de Iván Alonso. Árbitro: Turienzo Álvarez. Enseñó la tarjeta amarilla a Poschner, Urbano, Eggen, Contra, Desio, Geli, Azkoitia, Setvalls y Herrera. Expulsó a Quevedo (m. 44) por doble amarilla y a Téllez (52) por una supuesta agresión a Ballesteros. 13.391 espectadores en Mendizorroza.
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La tarde fue frenética. Empezó con algunos cambios con respecto al jueves y un Rayo mejor situado, que dominó la primera parte y se adelantó en el marcador. Hasta que llegó esa extraña jugada del empate alavesista y la cartuchera de Turienzo empezó a echar humo. Expulsó a Quevedo y éste contestó la decisión insultándole: 'Me cago en tu puta madre', dijo, según reza el acta. Con uno menos, el Rayo recibió dos goles nada más comenzar la segunda parte. El partido se colocó 3-1, en lo que se antojaba una reedición del partido de UEFA. Pero nadie contaba con el protagonismo del árbitro. Cuando no era por iniciativa propia consultaba a sus ayudantes y terminó amonestando a diestro y siniestro, y expulsando a Téllez.
El partido, pese a la diferencia en el marcador, se puso a los pies del Rayo porque sus jugadores supieron abstraerse mejor de la esquizofrenia en que derivó el juego. Marcó Bolic, y Míchel tuvo el partido a su alcance en dos ocasiones clarísimas. Pero las falló y, una vez más, el Alavés estuvo en su lugar. Zanjó la tarde con un gol de Contra y un resultado que siembra aún más dudas en el rayismo para su poco halagüeña eliminatoria de la UEFA.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de marzo de 2001