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CARTAS AL DIRECTOR

Volver a empezar.com

He leído la carta de una persona que se encuentra en una situación parecida a la mía, y me doy cuenta de que somos muchos más quienes vivimos bajo alguna discapacidad.

Lo que veo, ahora que tengo parcialmente alteradas mis conexiones nerviosas tras un traumatismo craneal, es que no soy como los demás, y alucino conmigo porque hay cosas a las cuales no llego y en otras me paso.

Fue a raíz de un accidente de tráfico un 23 de junio, cuando volví a nacer con 27 años. Resultó estremecedor comenzar a crecer a pasos acelerados. Menos mal que mi mente infantil no quería más que saber y adquirir destreza motriz, gracias a lo cual ahora estoy mucho mejor.

Me limito a hacer ejercicio para dejar mi cuerpo como estaba, o casi, porque estuvo paralizado; he descubierto que el aerobic resulta excelente como trabajo físico y mental en una misma sesión. Aparte debo leer y estudiar todo lo que pueda... pero me canso. Soy lenta hasta para hablar y la vida va tan rápida... Pero soy consciente de ello y hago lo que debo, aunque muchas veces no puedo porque mi cerebro no obedece.

Sé que tengo que educarme pero resulta muy complicado; mi inseguridad provoca que mi mente se escape de la lógica cotidiana.

De cualquier modo, mi familia estuvo a mi lado en todo momento, y aún continúa estándolo y tengo la suerte de que hace todo lo que puede, y yo quisiera saber si existe algo más que me ayude en este volver a empezar, es tan difícil...

Hoy Javier Ochoa se encuentra como yo lo estuve entonces, en coma profundo. Yo ahora lo cuento y quisiera ayudar con mi testimonio a estas personas, que, repito, son muchas.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de marzo de 2001