Tengo mal suerte. Estoy en contra de la violencia, de quien mata y amenaza; contra nadie más. Sin embargo, en el lapso de poco más de un año he tenido que asistir a dos espectáculos bastante lamentables. El primero fue en Vitoria, con motivo de la manifestación convocada por el lehendakari tras el asesinato de Fernando Buesa; el segundo, el sábado en Portugalete, en la manifestación contra el asesinato del ertzaina. En ambos casos, contra el sentir mayoritario de la población, y sin entrar en mayores consideraciones, los partidos democráticos no dieron la talla.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de marzo de 2001