Ramón Jáuregui, diputado nacional del PSE-PSOE, apuntó ayer en Valencia un nuevo matiz a las cábalas sobre alianzas y coaliciones posteriores a las elecciones vascas convocadas para el 13 de mayo. Según Jáuregui un posible pacto entre populares y socialistas para formar gobierno en el País Vasco 'no sería un punto de llegada', sino un mero estadio 'instrumental' para provocar una necesaria 'catarsis' en el seno del PNV que, tras 'un periodo de reflexión', debería abandonar los postulados independentistas que defiende en la actualidad para contribuir de forma constructiva a representar 'la pluralidad' política de la sociedad vasca.
Carlos Iturgáiz, presidente del PP en el País Vasco, que compartió mantel con Jáuregui en un debate organizado por el Club de Encuentro Manuel Broseta, fue algo más crudo en su análisis: 'El PNV sólo cambiará si pierde las elecciones', sentenció.
Ambos dirigentes dibujaron un sombrío panorama de la situación de violencia que impera en el País Vasco. Iturgáiz recurrió a una imagen para ilustrar el caso cuando comentó la reciente boda de unos amigos en la que la novia, concejal del PP, acudió a la ceremonia de la mano de su escolta y no del brazo de su padrino.
Iturgáiz, de 35 años, insistió en demonizar al PNV que, dijo, ha ejercido como 'tonto útil' en un juego organizado por ETA en torno al Pacto de Lizarra. Afirmó que 'la tragedia del nacionalismo es que no quiere la derrota de ETA' y apostó por desplazar al PNV del gobierno vasco para poner orden en el sistema educativo; reorganizar la 'teleestella', en alusión a la televisión autonómica vasca; y garantizar la eficacia de 'una ertzaintza sin carné'.
Jáuregui, de 52 años, vaticinó que las elecciones sólo arrojarán un espectro social fracturado y recomendó acompañar políticamente desde 'la unidad democrática' el progreso policial hacia 'la derrota de ETA'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de marzo de 2001