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SEGURIDAD ALIMENTARIA

Los ganaderos del sector lácteo de Castellón se plantean matar a los terneros macho por falta de mercado

Los ganaderos del sector lácteo de Castellón se plantean matar a los terneros macho nada más nacer porque no encuentran compradores. Es la conocida como ley de Herodes. Piden a la Administración que se les compense por estos sacrificios, tal y como se hace en Francia. Según aseguró ayer Radio Castellón, los ganaderos no saben qué hacer con los terneros que están naciendo. Las granjas de engorde no los compran debido a la caída de las ventas de la carne de vacuno. Hasta ahora, cuando nacían los terneros, unos iban destinados a producir leche y otros se vendían para carne. Sin embargo, el consumo de carne ha caído en picado y los ganaderos pretenden dedicar todos sus esfuerzos a la producción de leche. Así, los ganaderos piden a la Administración que respalde estos sacrificios y les compense económicamente.

Por otra parte, un ternero fue encontrado ayer muerto y comido por los buitres en la localidad castellonense de Morella. Su propietario halló el animal, recién nacido, a primera hora de la mañana, y presentó la correspondiente denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Las pruebas que se le practiquen al ternero determinarán si nació muerto y los buitres atacaron al cadáver o si fueron los carroñeros los que acabaron con el animal nada más nacer.

Si así fuera, serían ya tres las reses muertas a causa de los ataques de los buitres. En cuanto a la intención de la Generalitat de comprar carne para dar de comer a los buitres, la directora de Calidad Ambiental, Paloma Gómez Ossorio aseguró ayer: 'Pensamos cumplir la normativa europea que no nos permite alimentar a los buitres con animales muertos'. 'No obstante', añadió, 'el Comité Nacional de Fauna y Flora del Ministerio de Medio Ambiente está estudiando si se puede hacer una excepción, pero hasta que no se pronuncie este organismo, no podemos hacer nada'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de marzo de 2001