Un escrito firmado por 67 inmigrantes y dirigido a el arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, acusa a Juan Biosca, responsable de la fundación Trabajo-Cultura y del Instituto Social Obrero de ' manipulador de personas', además de haber mantenido comportamientos 'xenófobos y racistas'.
En el texto, los extranjeros, entre los que se cuentan uruguayos, ecuatorianos, colombianos, etíopes, argelinos, rusos o iraníes, señalan que recibieron una 'excelente acogida' por parte de la fundación durante los meses de noviembre y diciembre, y que 'Juan Biosca González nos mostró diversos locales de la fundación que podrían ser usados por nuestros colectivos'. Sin embargo, tras acabar su formación, los inmigrantes denuncian que se les prohibió el acceso a los locales para recibir atención 'expulsándonos como si fuéramos unos maleantes o ladrones, como lo manifestara este señor', señalan en la carta. Los extranjeros consideran que Biosca 'está haciendo un enorme daño a la imagen de la Iglesia y a su cometido social'. Y destacan que 'sus actitudes y comportamientos racistas, xenófobos, mentirosos y manipuladores de las personas y de sus dificultades no son propios de alguien que está para dirigir una obra tan importante como la fundación'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de marzo de 2001