Cuando el sol sacude la cabeza, las neuronas se ponen en marcha para prevenir males mayores. Los adolescentes de la imagen podrán felicitarse por haber escogido raquetas de tenis -en detrimento de las reglamentarias palas- para pasar la mañana en el frontón descubierto de Plentzia. Aparentemente, decidieron dimitir de su intento, dejaron inédita la pared del frontón y emplearon las fundas de sus raquetas para reconvertirlas rápidamente en innovadoras gorras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de marzo de 2001