El fiscal mantuvo ayer su petición de 23 años de cárcel por un presunto delito de asesinato con alevosía y ensañamiento para cada uno de los dos jóvenes acusados de terminar con la vida de Miren Nekane G.A. el 18 de agosto de 1999 en Oiartzun. También la acusación popular, representada por la asociación Eskabide, se mantuvo firme en su solicitud de 25 años de prisión para cada procesado, mientras que las defensas demandaron la absolución.
El jurado popular -que se tendrá que pronunciar sobre la culpabilidad o inocencia de F.J.S., que ha reconocido ser el autor del crimen, y M.I.M., que asegura que no participó en los hechos-, empezó a escuchar ayer los informes de las partes.
La acusación pública modificó su calificación de los hechos e indicó que M.I.M. no sujetó a la víctima mientras su entonces novio le asestaba 117 puñaladas. No obstante, mantuvo que la imputada es 'coautora' del crimen, porque 'estaba presente' cuando el acusado acuchilló a la mujer. 'Da cobertura' a F.J.S., 'está vigilando' y 'conduce el coche para salir' del lugar, subrayó el fiscal, quien afirmó que 'no sólo el que mata es culpable'.
El fiscal destacó la declaración de la testigo que dijo haber oído 'Por favor, no me hagáis esto', así como el testimonio del taxista, que aseguró que nunca había hecho un servicio al lugar del crimen. En cualquier caso, subsidiariamente, el Ministerio Público acusa a M.I.M. de 'cómplice' y pide 15 años de prisión.
Agravantes
La acusación pública insistió en que cabe aplicar las agravantes de alevosía, ya que el crimen se produjo 'en un paraje aislado, sin riesgo para los acusados y estando la víctima de rodillas', y de ensañamiento, pues las 117 puñaladas provocaron 'un dolor innecesario e inhumano' en la víctima. Por contra, rechazó la eximente de toxicomanía que reivindica la defensa para el acusado, al entender que 'una persona totalmente drogada no es capaz de hacer lo que hizo' F.J.S.
La acusación popular hizo hincapié en las agravantes de alevosía y ensañamiento, rechazó la eximente de toxicomanía y se mantuvo firme. 'M.I.M. participó activa y directamente en el asesinato', manifestó. 'Ante un asesinato, no vale el intercambio de responsabilidades', añadió.
La defensa de F.J.S., por el contrario, subrayó que su cliente era toxicómano y estaba 'convencido' de que la víctima le había contagiado el sida, lo que le llevó a 'un estado mental enfermizo'. Negó la alevosía, porque 'hubo una discusión previa al primer ataque en el coche y la víctima tuvo una oportunidad de huir', pues el agresor 'no puso los seguros'. También descartó el ensañamiento, ya que ' no buscó deliberadamente causar mayor daño'. Así, reconoció que su cliente cometió 'un homicidio', pero solicitó su absolución por la aplicación de la eximente completa de toxicomanía y, subsidiariamente, ocho años de cárcel. El abogado de M.I.M. informará hoy.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de marzo de 2001