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CRISIS GANADERA

Grandes pérdidas en Argentina tras la ocultación de la enfermedad

El cierre, a causa de la fiebre aftosa, de los principales mercados de la exportación argentina de carne bovina (destino del 20% de la producción interior) provocará una pérdida estimada en un millón de dólares diarios (unos 180 millones de pesetas). La decisión de la Unión Europea de impedir las importaciones se ha sumado a las de Estados Unidos, Canadá y Chile.

El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Enrique Crotto, representante de la mayoría de los ganaderos argentinos reaccionó con indignación: 'No esperábamos ésto de la UE. Es una medida política y sin sustento técnico con la que pretenden tapar el tema de la vacas locas. La fiebre aftosa no se transmite al hombre'. Crotto ha reclamado a la cancillería argentina que impida el ingreso de productos europeos y a los sindicatos portuarios, que no los descarguen.

Los ganaderos creen que el Gobierno argentino se equivocó al ocultar, desde el pasado diciembre, los brotes de fiebre aftosa (300 focos el pasado enero, según los productores) en las vísperas de una gran campaña de promoción en Europa. El ex secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray, dijo ayer que 'todos sabían' la existencia del mal. Se silenció para evitar pérdidas, reconoció.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de marzo de 2001