A Raúl le inquietaba que la gente le señalara por la calle como a un futbolista tramposo. Eso es lo que dijo ayer, después de conocer que la UEFA retirará la sanción de un partido que le prometió por meterle un gol al Leeds con la mano. 'Estoy contento de que se me quitara la sanción porque podría haber sido una mancha y se me habría juzgado como un jugador antideportivo', razonó. 'Lo que más me preocupaba era que la gente pudiera pensar que era un jugador antideportivo. Llevo siete años al nivel más alto y siempre había tenido un comportamiento normal. Tampoco ejemplar, pero normal y sin ningún problema con nadie. Espero seguir así hasta el final de mi carrera'.
Raúl González suele ser el último en dejar la Ciudad Deportiva y ayer no fue la excepción. Después de dos horas de entrenamiento con balón y una de gimnasio, habló con tono fatigado para decir que quienes se ocupan de gestionar la justicia en el fútbol deben frenar la violencia antes que otra cosa: 'Hay que evitar la violencia en el juego: esas cosas perjudican al fútbol. Pero la cosa esa que pasó en el partido contra el Leeds [su gol con la mano, a pase de Figo] es del propio juego y eso no se puede cambiar. El fútbol va seguir siempre así y todos vamos a seguir disfrutando. Habrá goles que no entrarán y penaltis que no se pitarán y esa es la salsa de este deporte. Era dejar el listón muy alto. En este deporte hay un alto porcentaje de inspiración y jugadas como esta no son normales, pero han ocurrido y seguirán ocurriendo, o no. El fútbol es eso. Pero creo que la solución que se ha tomado es la más correcta y todo el mundo está más contento'.
En su vida como profesional Raúl nunca ha sido expulsado por doble amonestación o por roja directa. Ayer, aseguró que 'no tiene problemas morales'. Dijo que mantiene la calma y a juzgar por su gesto somnoliento debe ser cierto: 'Siempre he estado tranquilo. Siempre dije la verdad. No estoy dentro de estos comités y supongo que habrán actuado de la mejor manera. Lo importante es que tanto el club como yo estamos satisfechos'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de marzo de 2001