Cathy MacGregor, una intrépida profesora universitaria de 29 años, ha conseguido reunir en un mismo espectáculo dos conceptos que muy pocos se atreverían a combinar: feminismo y striptease. Después de cuatro años de vida académica en Londres, esta joven católica, doctora en teatro y teoría feminista, decidió el verano pasado dar un giro de 180º a sus sesudas investigaciones sobre la industria del sexo y se trasladó a Nueva York para trabajar en un local como bailarina de striptease. Su universidad financió el viaje y, una vez allí, MacGregor llegó a ganar hasta 500 dólares (más de 90.000 pesetas) en una sola noche. MacGregor nunca reveló a sus compañeras que en realidad era una académica feminista, pero su contacto con ellas le sirvió para darse cuenta de que las bailarinas de striptease no son ni unas prostitutas ni unas víctimas a las que haya que rescatar. Para ella, bailar desnuda es 'como ser una drag queen femenina', publicaba ayer el rotativo británico The Guardian. De nuevo en su país, MacGregor ha decidido compartir sus experiencias en la Universidad de Nottingham Trent, a través de un espectáculo en el que, entre otras cosas, baila desnuda. La tarea no ha sido simple, porque una ley local prohíbe este tipo de actuaciones. Aun así, el Ayuntamiento ha decidido hacer una excepción en su caso, provocando el recelo lógico de los que durante años han tratado sin éxito de abrir locales de striptease.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de marzo de 2001