Un inmigrante iraquí falleció ayer ahogado tras ser obligado a saltar de la patera en la que intentaba llegar a Melilla junto a, al menos, otros cinco compatriotas, que lograron llegar con vida a la costa.
El cadáver fue localizado junto a la escollera del puerto melillense por la Guardia Civil, que cree que la expedición clandestina fue trasbordada a una patera desde un buque de mercancías. El patrón de la barca, a fin de evitar una posible captura, los habría obligado saltar al agua para que los inmigrantes alcanzase la costa a nado.
Las tareas de rescate comenzaron a las tres de la madrugada de ayer, después de que algunos de los iraquíes lograran subirse a la escollera. El cadáver estaba flotando en el mar 'totalmente desnudo', según informó el delegado del Gobierno en la ciudad norteafricana, Arturo Esteban. Éste manifestó que esta nueva muerte demuestra que 'las mafias de tráfico de iraquíes se han fijado en la costa melillense'.
'Los iraquíes vienen de muy lejos y pagan un dinero muy importante', precisó Esteban, quien explicó cómo los acercan las mafias: 'Su método consiste en trasladarlos en buques y cuando están a varios kilómetros de la costa los obligan a acercarse a ella en patera, lo que a veces provoca accidentes como éste'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de marzo de 2001