La pesadilla vivida por los ocupantes del Túpolev-154 secuestrado por tres chechenos terminó ayer por la tarde cuando aterrizó en Moscú el avión presidencial Rossía con 121 ciudadanos rusos a bordo. El resto de los pasajeros volaron desde Medina a Estambul en un aparato de la línea aérea de Turquía. En el avión ruso también venía el cadáver de la azafata Yulia Fominá, de 27 años, que fue degollada por uno de los piratas.
La viceprimera ministra, Valentina Matveyenko, dio la bienvenida a los pasajeros y felicitó a los tripulantes por su 'conducta heroica'. Matveyenko dijo que se dará el nombre de Fominá a uno de los aviones de Vnúkovo.
El secuestro se produjo el jueves poco después de que el avión de la compañía aérea Vnúkovo despegara desde Estambul con rumbo a Moscú. Los piratas -Irsjad Arsáyev, de 17 años, su padre, Supián Arsáyev, de 41, y Dení Magomerzáyev, de 19- ordenaron al piloto volar a Arabia Saudí. Poco después de que el avión aterrizara en el aeropuerto de Medina, los saudíes comenzaron las negociaciones con los secuestradores, que liberaron a más de 40 pasajeros, en su mayoría mujeres, ancianos y niños. Entre los liberados estaba el tripulante Alexandr Jrómov, que fue herido durante una pelea poco después del secuestro.
Los secuestradores, que con su acción decían querer obligar al Kremlin a terminar la guerra contra los independentistas, exigieron que les abrieran un corredor aéreo para volar a Afganistán y se negaron a liberar al resto de los pasajeros. Ante esa negativa, los saudíes decidieron asaltar el avión. Durante la operación de rescate, Supián Arsáyev degolló a la azafata y los saudíes abrieron fuego contra el secuestrador, matándolo a él y a un ciudadano turco, y dejando a varios heridos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, que interrumpió sus cortas vacaciones en la ciudad siberiana de Jakasia, envió un mensaje al rey Fahd en el que pedía que 'los responsables de ese acto inhumano sean entregados a Rusia lo antes posible'. Las autoridades saudíes se han negado a cumplir la petición del Kremlin.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de marzo de 2001