Las autoridades chinas mantuvieron ayer un férreo silencio sobre la causa de las explosiones de la madrugada del viernes en la ciudad de Shijiazhuang, en las que murieron 108 personas, según las últimas cifras aportadas por la televisión china. Aunque ninguna instancia oficial confirmó el origen de las explosiones en cadena, las primeras investigaciones apuntan a un hombre sordomudo de 40 años, Jin Ruchao, vecino de la localidad, como autor del cuádruple atentado. La policía, que ya lo buscaba por la muerte de su novia, ha ofrecido una recompensa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de marzo de 2001