Indignación, desesperación, impotencia, rabia: éste es el sentimiento que me invade todas las mañanas, cuando tengo que soportar horas de espera y discusiones entre conductores. Algún día ocurrirá lo más desagradable; ¿será cuando se ponga remedio?
Cuando una discusión se convierta en una agresión por colarse para poder acceder a la N-II, ya que sólo existe una exclusiva salida y nos juntamos miles de conductores, y digo bien: miles, ya que cada día crece y crece más la zona noreste de Madrid.
Y las infraestructuras son las mismas de hace años, aunque el presidente de la Comunidad de Madrid, en el año 1995 engañó con bonitas palabras, haciendo un tramo de doble vía en la M-100, en el trazado comprendido desde la N-I (carretera de Burgos) hasta Algete, pero hizo una ratonera, ya que, una vez más, insisto, sólo existe una salida.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de marzo de 2001