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Lucia Etxebarria reinventa su imaginario en un libro de poemas

La necesidad de 'darle la vuelta al imaginario heredado' y a una tradición ambigua 'que adora a María más que a cualquier otra cosa pero relega a las mujeres' fue la que llevó a Lucia Etxebarria a escribir Estación de infierno (Lumen), primer poemario de la escritora valenciana. El libro fue presentado ayer en el Círculo de Bellas Artes por Cristina Peri Rossi, Ana María Moix, directora de la colección Poesía, y la actriz argentina Leticia Bredice, protagonista del filme La mujer de mi vida, que rueda estos días Antonio del Real con guión de Etxebarria.

Entre los poemas de amor y de desamor de Etxebarría ('siempre dirigidos a hombres'), 'no podían faltar los desgarrados, porque el amor intenso, pasional, lleva al infierno y al paraíso', y porque si 'la sonrisa del amado nos transporta al paraíso, la falta de sonrisa, de mirada, nos lleva al infierno', convino la escritora con Blake. A su juicio, es en la sección La caída -en la que sigue viva la mitología cristiana y en la que el cuerpo es el protagonista- donde Lucía alcanza 'la mayor profundidad y el mayor dramatismo'.

La autora de Beatriz y los cuerpos celestes, último premio Espasa de Primavera, ha bebido de la poesía de Rimbaud y se declara admiradora de las argentinas Alfonsina Storni, Olga Orozco y, muy especialmente, de Alejandra Pizarnik.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de marzo de 2001