Para salvar la crisis de la compañía, además de recapitalizar Aerolíneas con 650 millones de dólares, SEPI ha refinanciado deuda por valor de 300 millones de dólares.
Aerolíneas es una de las pesadillas del grupo público español, que se ha encontrado con una férrea oposición por parte de tres de los siete sindicatos presentes en la empresa a su plan de viabilidad. SEPI pretendía, igual que se hizo en Iberia, poner en marcha un plan de salvación que incluía, además de la recapitalización ya realizada, la adaptación de la plantilla mediante bajas voluntarias incentivadas y una reducción de salarios. Pero los sindicatos de trabajadores de mantenimiento, de tierra y los tripulantes técnicos de cabina se han negado en rotundo.
La oposición sindical al plan de viabilidad y, al principio, las reticencias del Estado argentino, que tiene el 5% del capital, a desembolsar su parte correspondiente en la ampliación de capital han retrasado la puesta en marcha de las principales medidas de reconversión.
Finalmente, el Estado argentino acudió el pasado octubre a la capitalización, también la SEPI -a través de la sociedad Interinvest que posee el 85% de Aerolíneas- pero no han acudido ni Iberia, que así se ha deshecho de su participación del 10%, ni los trabajadores de Aerolíneas, que verán, por lo tanto, diluida su participación del 10%.
Nuevos recursos
Para contrarrestar esa ausencia, la SEPI ha inyectado en la compañía, además de los 552,5 millones de dólares de la ampliación de capital, otros 65 millones de dólares como aporte irrevocable, es decir, como una inyección de dinero que se contabiliza como patrimonio pero no como capital. En total, SEPI ha destinado en los últimos meses en Aerolíneas Argentinas 617,2 millones de dólares (113.564 millones de pesetas).
La compañía argentina, con una plantilla de 5.700 personas y una flota de 52 aviones (12 de ellos de su filial Austral) presenta una delicadísima situación financiera. Desde 1991 sólo presentó beneficios, y fueron extraordinarios, en 1997 cuando ganó 2,8 millones de dólares. Uno de sus mayores problemas es su gran deuda, cercana a los 900 millones de dólares.
Ayer los directivos de la SEPI y de Iberia presentaron los datos de la compañía en Barcelona y Bilbao y completarán el calendario con otras 15 ciudades de Europa y Estados Unidos. La dirección de SEPI informó ayer que cerca de 100.000 inversores han pedido acciones en el tramo de particulares. A este tramo se ha destinado el 50% de los títulos de la oferta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de marzo de 2001