Paradojas de la política: para ampliar por la derecha, o el centro, ese espacio electoral que le dejó empatado con Jordi Pujol en las elecciones autonómicas, Pasqual Maragall ha decidido entrar en un ámbito hasta ahora privativo de la derecha, el de las políticas para la familia. Tras mucho debatir, lo que le sale son, sin embargo, propuestas inspiradas en las experiencias de gobierno de la socialdemocracia nórdica, que en la práctica son las políticas más de izquierda y más avanzadas que se aplican en Europa.
De acuerdo con esa experiencia, Maragall ha puesto a trabajar a sus asesores económicos para que busquen la manera de financiar una ambiciosa política de subvenciones destinadas a fomentar la entrada de más mujeres en el mercado de trabajo, facilitar su permanencia en él y, al mismo tiempo, incentivar fuertemente un aumento de la natalidad.
El líder del PSC escogió la escuela de invierno de su partido para anunciar el sábado pasado dos medidas estelares de la política de familia que quiere aplicar desde el gobierno catalán: una subvención de entre 50.000 y 100.000 pesetas por cada hijo menor de 16 años y la creación de 40.000 plazas de guardería para niños de 0-3 años, con una subvención de 200.000 pesetas por niño y año.
Para lanzar estas propuestas, Maragall parte de acuerdos tomados en el último congreso del PSC, uno de los cuales era el de 'establecer una nueva política de familia'. El debate de las propuestas lanzadas el sábado no se ha llevado a cabo, sin embargo, en la comisión ejecutiva del PSC, ni en la del grupo parlamentario Socialistes-Ciutadans pel Canvi, ni en las sesiones del gobierno alternativo que ha formado para ejercer el marcaje del Consell Executiu de la Generalitat. Las ha discutido en el seno de su consejo asesor. Esto ha provocado algunas suspicacias entre algunos miembros del aparato del partido, que han comprobado una vez más la preferencia de Maragall por sistemas informales de dirección política creados a su medida.
De este consejo forma parte Gosta Esping-Andersen, un sociólogo y economista danés, buen conocedor de las políticas aplicadas por los gobiernos socialdemócratas del norte de Europa. Esping-Andersen es el autor del informe en que Maragall se ha basado para lanzar sus propuestas sobre política familiar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de marzo de 2001