De Corey Harris se ha llegado a decir que lo suyo es 'un anacronismo musical', bien que deliberado en un músico que gusta de tocar con guitarra acústica o banjo como única compañía de su voz y abordar el blues tradicional, ya sea en la vertiente propia del Delta del Misisipí, el barrelhouse, el gospel o a través del soul de New Orelans, por citar platos que cocina con exquisita delicadeza. Claro que han corrido mucho tiempo desde que esos estilos se asentaron en el repertorio musical afroamericano y Corey Harris (Denver, 1968), es consciente del contexto actual y de que él no es ni Robert Jonhson ni Bukka White, celebridades a las que admira y cuya música reinterpreta a golpe de emociones más que como disciplinado que copia al pie de la letra.
Éste ha sido el bluesman de anteriores visitas a España. Pero el Corey Harris que anteanoche escucharon en Madrid, anoche en Gandia y que hoy repite función en la capital de La Safor juega con la electricidad, llena de ritmos y sonidos la escena con su grupo 5x5 y demuestra un personal sentido del blues moderno, arraigado en la tradición pero vivo como un gallito de pelea. Junto con Los Secretos, que han colgado ya el letrero de agotadas las entradas, es el suyo el concierto más interesante de esta noche.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de marzo de 2001