'Me importa un bledo que las estatuas de Afganistan hayan sido destruidas', dice enfadada una lectora, 'mientras que se siga atropellando en todo el mundo, incluido Madrid, a miles, incluso diría que a millones, de mujeres, sin que las organizaciones internacionales que critican lo que sucede con las estatuas digan nada o casi nada sobre este otro tipo de agresión, no contra piedras, sino contra seres humanos'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de marzo de 2001