Tanto la imaginación del productor John de Mol como el aguante del público holandés parecen no tener límites. Después de Gran Hermano, que ha acaparado la audiencia de media Europa, un nuevo programa televisivo que recupera el voyeurismo acaba de hacer su aparición en Holanda. En Big diet (Gran dieta), seis hombres y seis mujeres cuyos pesos oscilan entre los 136 y los 94 kilos tratarán de adelgazar lo más posible durante las próximas 13 semanas bajo el ineludible control de las decenas de cámaras que los vigilan día y noche. Asistidos por un grupo de profesionales, los participantes corren por los alrededores de la casa de lujo donde se les ha albergado, realizan tablas con aparatos y saltan y bailan día y noche obsesionados por adelgazar y, seguramente, por hacerse con el suculento premio: un kilo de oro por cada kilo perdido. Para evitar que se produzcan sorpresas desagradables reciben la comida preparada por un cocinero que se asegura de que todos consuman un número mínimo de calorías y tengan una dieta equilibrada. Una vez a la semana, en el programa, que se emite en directo los sábados, los concursantes son pesados y reciben la nueva buena de los kilos que han adelgazado. El único consuelo que les queda a los gorditos es que no están solos en la dura empresa a la que se han apuntado. Pueden ver la televisión, leer los periódicos, navegar por Internet y hablar por teléfono con sus familiares.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de marzo de 2001