A 17 días de las elecciones en Perú, la campaña se endurece y los ánimos se encienden. El candidato favorito a la presidencia, Alejandro Toledo, fue acusado por una revista local de haber mentido sobre las circunstancias que rodearon su secuestro de octubre de 1998, denunciado entonces por él y por su esposa. El candidato salió al frente, ratificó haber sido secuestrado y denunció una campaña en su contra.
La revista Caretas -la más prestigiosa del país- publicó en su última edición una serie documentos e indicios que cuestionan las versiones que dio Toledo sobre su secuestro en 1998. Y publica los resultados de un análisis de sangre y orina que Toledo se hizo la noche del secuestro, que dio positivo de cocaína y de hipnótico fenobarbital.
Da cuenta, asimismo, de una nota policial del mismo 16 de octubre, que registraba que ese día se efectuaron varias operaciones de compra de ropa y artículos de tocador con la tarjeta de crédito del candidato, ordenados por tres mujeres no identificadas. Finalmente, la policía sostiene haber entrevistado al propio Toledo que desmintió el secuestro y adujo su desaparición al hecho de haber estado con unos amigos.
'Yo soy respetuoso con la revista Caretas y tenemos información que varios medios de prensa recibieron el documento con los análisis que se me hicieron. Fui secuestrado y drogado para fotografiarme en situaciones comprometedoras', dijo Toledo en una declaración a la prensa en la que no permitió preguntas.
Señaló también que ha sido investigado como nadie durante los últimos dos años sin que se le haya podido encontrar algo ilegal. 'Han buscado y rebuscado y nada', concluyó. Sobre el análisis de sangre y orina, sostuvo que si hubiera tenido algo que ocultar no hubiera acudido a una clínica privada, usando su seguro de salud y su nombre. Dijo, asimismo, que en su momento no denunció el secuestro a las autoridades, porque estaban manejadas por el ex jefe del Servicio de Inteligencia Nacional, Vladimiro Montesinos. 'Esa es la verdad. Mantengamos la calma, no caigamos en la guerra sucia', sentenció.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de marzo de 2001