El fiscal Anticorrupción, Carlos Castresana, ha solicitado una pena de nueve años de prisión para Benedicto Alfaro, antiguo propietario presidente de la cadena de supermercados Alfaro, y para su hija Carmen, por haber estafado supuestamente 1.820 millones de pesetas al broker Baltasar Egea, quien se suicidó tras matar a su mujer y a su hijo al darse cuenta de que le habían engañado.
Según el fiscal, cuando Alfaro y su hija estaban al borde de la quiebra, pidieron a Egea fondos en dinero negro. A cambio, aceptaron representar la deuda en letras de cambio, que hicieron firmar a un tercero, imitando las firmas de los Alfaro. Egea, ajeno a la falsificación, distribuyó la letras a sus clientes, los inversores de dinero negro. Cuando las letras fueron venciendo, los Alfaro protestaron su falsedad. Egea se suicidió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de marzo de 2001