Cuatro funcionarios de la Embajada de EE UU en Moscú 'deberán abandonar Rusia en los próximos días por actividades incompatibles' con su actividad oficial. La terminología es la propia de la guerra fría, supuestamente enterrada con la caída del muro de Berlín y la desintegración de la URSS. El ambiente es también el de esa época. Espionaje y sospechas mutuas, intercambios de expulsiones y amenazas.
Además Moscú expulsará, ya sin recurso a la vía de urgencia, a otros 46 norteamericanos. Un matemático 'ojo por ojo y diente por diente' que deja la partida en tablas, en la vieja tradición de la pugna secreta que noveló magistralmente John Le Carré.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de marzo de 2001