El 20 de marzo, hacia las 21.30, un amigo mío sufrió una lesión en un codo en un partido de fútbol 7 disputado en las instalaciones de La Peineta.
Inmediatamente fuimos corriendo a la entrada del estadio, en cuyos paneles indicativos se informa de la existencia de una clínica. El vigilante nos dice que, a esas horas, no hay nadie.
Ni un ATS, nadie.
Por el número de coches aparcados en el estacionamiento del estadio, debía haber no menos de 200 personas haciendo deporte a esas horas en las instalaciones 'olímpicas'.
Pero no había personal sanitario que pudiera practicar unos primeros auxilios a un lesionado. ¿Madrid olímpico?
Espero, por el bien de los deportistas del mundo, que no.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de marzo de 2001