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Ruiz Cabrero narra la historia del 'moderno español' en arquitectura

Moneo asegura que Madrid y Barcelona no son las únicas escuelas

La presentación del ensayo de Ruiz Cabrero en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid, estuvo a cargo de los arquitectos Rafael Moneo y Juan Miguel Hernández León y el editor Raúl Rispa por parte de Tanais Arquitectura, colección que dirige Guillermo Vázquez Consuegra. El acto se convirtió en un homenaje al desaparecido Ignasi de Solà-Morales. El próximo día 29, a las 20.00, se hará lo mismo en el Colegio de Arquitectos de Barcelona, con Oriol Bohigas, Óscar Tusquets, Elías Torres y Pep Quetglas.

El libro, con un fragmento de un cuadro de Juan Gris en la portada, tiene una edición simultánea en inglés, por The MIT Press, de Cambridge. El texto aparece con 226 fotografías, planos y dibujos.

Gabriel Ruiz Cabrero tenía 12 años cuando conoció el pabellón de España en la exposición de Bruselas (1958), de Corrales y Molezún, y está de acuerdo en situar la primera obra moderna de la posguerra en el edificio de Sindicatos (1949), de Madrid, de su tío Francisco de Asís Cabrero. El contacto directo con edificios y sus creadores se impone en la redacción de El moderno en España, que tuvo una primera versión en el encargo de Electa para publicar Spagna. Architettura, 1965-1988.

El autor declara que el movimiento moderno, o el estilo internacional de los años treinta, afecta muy temprado a una élite de arquitectos, como Torres Clavé, Sert, Bergamín, Mercadal y Aizpurúa. 'La posguerra impuso una arquitectura oficial del régimen, un barroco escurialense, aunque en las escuelas se había formado un deseo de lo moderno'. A pesar de la fidelidad política de 'los católicos', el clasicismo afecta a los proyectos de reconstrucción de Coderch, Aburto, Cabrero, Fernández del Amo, Fisac y De la Sota. 'A pesar del retraso y de la guerra se produce en España una confianza total en la arquitectura moderna, sobre todo en Barcelona, con la búsqueda de un clasicismo moderno'.

Uno de los modelos fue la arquitectura nórdica, 'con sus materiales blandos y ecológicos'.

'El moderno es un estilo, que arranca con las casas de Wright y coincide con todo el siglo XX, con una fase final más barroca y manierista. En España siempre ha estado muy viva la confianza en lo moderno, por eso tuvo poca trascendencia el posmoderno. Creo que ahora estamos dentro de lo moderno y va a tardar un tiempo para que se produzca un cambio radical. Es pronto para saber si Gehry o Moneo son los padres de la arquitectura del siglo XXI'.

Ruiz Cabrero destaca las figuras de Coderch y De la Sota, la construcción de viviendas sociales, el aumento de las escuelas fuera de Madrid y Barcelona, el éxito internacional en los ochenta y 'la explosión' del 92 en Barcelona y Sevilla. 'Los políticos participaron de una cultura de confianza en la sociedad civil y el Estado confían también en la arquitectura, que es tremendamente rentable. Ahora hay muchos encargos de las administraciones, sobre todo en las autonomías.'

Opina que ya no se podrá hablar de una 'arquitectura española', ya que la globalización también afecta a la condición nacional. Moneo destaca que Barcelona y Madrid han dejado de ser los únicos núcleos de escuelas o estilos para dispersarse por la geografía, como Galicia y Alicante.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de marzo de 2001