Tres semanas después del derrumbamiento de un puente sobre el río Duero, que causó la muerte de 59 personas, Portugal está de nuevo conmocionado por la tragedia ocurrida el sábado por la noche, cuando un autobús (en la foto) se despeñó por un barranco cerca de la localidad de Santa Comba de Dao, en la zona centro del país. Al menos 14 personas murieron y otras 24 resultaron heridas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de marzo de 2001