Como docente pido un poco de racionalidad en la reelaboración del calendario escolar. Fijemos en primer lugar, con criterios pedagógicos, el número de días lectivos y los periodos vacacionales que debe contener el calendario y, después, distribuyámoslos equilibradamente a lo largo del curso. En Francia, por ejemplo, el calendario escolar incluye 10 días de vacaciones cada seis semanas de clase.
El calendario de los centros educativos no puede estar marcado ni por los carnavales, ni por la Semana Santa (Jueves y Viernes Santo podrían ser 'un puente largo', como en Madrid lo son los días 1 y 2 de mayo), ni por la comodidad de los padres, ni por los intereses de los profesores. No entro a analizar si la calidad de la enseñanza aumentaría automáticamente con un mayor número de días lectivos, ni cuántas vacaciones deben tener los profesores.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de marzo de 2001