El estudio, fruto de un convenio entre la Confederación Empresarial Sevillana (CES) y el Colegio de Economistas de Sevilla, y que ha sido patrocinado por El Monte y Caja San Fernando, pone el acento en que 1999 fue un año muy positivo para la economía de la provincia (descenso del paro, creación de empresas o aumento de la actividad en sectores como el agrícola, la construcción o los servicios), pero también dibuja un escenario más sombrío en un análisis estructural.
Así, Ferraro destacó que, según el BBVA, Sevilla es la provincia que ocupa el último lugar de todas las españolas en renta per cápita. 'Hay una pérdida de peso relativo, de decadencia, de la economía de Sevilal en el conjunto de Andalucía y España', señaló Ferraro, quien, no obstante, quiso lanzar un mensaje de aliento de cara al futuro.
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¿Y cómo hacer frente a esa debilidad estructural? El presidente de los empresarios sevillanos, Fernando Guerrero, lo dijo claro: 'Andalucía tiene un déficit de financiación', carencia de la que responsabilizó al Gobierno central. De esta manera, Guerrero se desmarcaba, en cierta manera, del presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Rafael Álvarez Colunga, quien la semana pasada centró sus críticas en la política económica de la Junta de Andalucía, aunque también reprochó al Ejecutivo de José María Aznar su 'cicatería' con Andalucía.
En cualquier caso, tanto Ferraro como Guerrero quisieron destacar que hay que ser optimistas y confiar en los buenos empresarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de marzo de 2001