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OPINION DEL LECTOR

Tercera edad

Mi madre, de 86 años, con Alzheimer, necesita una residencia. Hablo con la asistente social, quien me informa amablemente de que con mi sueldo (de empleado de banca raso) podría no ser fácil. Voy a ver residencias en Barcelona. Un mundo que no conocía. Si se fijan, verán que proliferan en entresuelos de ruidosas calles de esta ciudad, sitios donde ya nadie quiere estar. Y tienen concierto con la Generalitat: los debe de considerar dignos. Precios: alrededor de 165.000 pesetas la habitación doble. La residencia digna más barata que he encontrado: 214.000 pesetas en habitación doble. Mientras tanto, 1.000 millones para que quede claro que la C-16 es el eje Llobregat-París. Que el gobierno en la luz o el gobierno en la sombra del señor Maragall hagan algo.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de marzo de 2001