El Plan Hidrológico Nacional (PHN) lleva camino de convertirse en todo un clásico en las sesiones de supuesto control al Ejecutivo que se celebran periódicamente en las Cortes Valencianas. Este jueves, el polémico proyecto del Gobierno central volverá a ser objeto de debate con motivo de las preguntas 'de interés general' al presidente del Consell. Y nuevamente a instancias del Grupo Popular, que, por tercera vez en apenas cinco meses, formulará al presidente una pregunta sobre el asunto. Así, se establecerá un récord difícil de batir: de las cuatro comparecencias en las sesiones de control que ha protagonizado en estos cinco meses, el presidente habrá contestado en tres ocasiones a preguntas en torno al PHN formuladas por el grupo que sustenta su Gobierno, aparte de alguna otra dirigida por la oposición. La primera fue el 18 de octubre de 2000, la segunda llegó el pasado 22 de febrero y este jueves se producirá la tercera. A estas alturas, y dada la reiteración, caben ya pocas dudas acerca de los motivos de este periódico interés que los populares muestran por preguntar al presidente sobre el proyecto del plan hidrológico. Aparte del comprensible -pero ya un poco agobiante- objetivo de propiciar el lucimiento personal del titular del Consell al permitirle defender tan a menudo un proyecto al que, dada la sensibilización existente en la sociedad por la escasez de agua, resulta muy difícil oponerse pese a que es muy cuestionable -como demuestran las numerosas y cualificadas críticas que ha cosechado-, esta insistencia persigue, sobre todo y aprovechando precisamente la mencionada dificultad, el desgaste de la oposición, en especial de los socialistas. Es la política del ¡agua va! Nadie va a negar que el agua constituye una cuestión de 'interés general'. Pero tanta reiteración, tanta insistencia, revelan la existencia de otros intereses, no precisamente generales, sino más bien partidistas. ¿No habíamos quedado en que en los debates en torno a los asuntos de interés general se deben desterrar la demagogia y el oportunismo para buscar el máximo consenso posible entre las fuerzas políticas? Pues no parece que sea eso lo que busca el PP con su persistente pregunta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de marzo de 2001