El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha rechazado la existencia de ilegalidades en la construcción de la variante de Berriz, en servicio desde hace casi un año y que ya estuvo parada en 1996 por problemas medioambientales.
El Superior no ha estimado la demanda presentada por la plataforma ecologista Bizirik, quien denunció la destrucción de robles y hayas centenarias. La sentencia se basa en que la Diputación vizcaína autorizó el trasplante de árboles y apunta que 'no consta' que la tala de un haya 'se produjera por una actuación administrativa'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de marzo de 2001