Los parlamentarios vascos seguirán cobrando su sueldo hasta las elecciones del 13 de marzo, a pesar de que la Cámara quedó disuelta hace una semana. La Diputación Permanente, compuesta por los cinco miembros de la Mesa y otros 17 diputados -los únicos que tenían el derecho adquirido de mantener su salario-, aprobó ayer esta medida, que excluye a EH por no participar sus representantes en la actividad parlamentaria. Ya que el reglamento no lo admite, el cobro se canalizará a través de una subvención especial a los grupos políticos. En total, significa 46,5 millones, es decir, 620.000 pesetas por cada parlamentario, el sueldo de dos meses.
La decisión parte de los grupos que están manteniendo un mayor enfrentamiento durante la precampaña: el PNV y los constitucionalistas (PP, PSE y UA). A la medida sólo se opusieron EA e Izquierda Unida, formación que ha anunciado que destinará el dinero a colectivos implicados en la lucha contra la exclusión. Una de las justificaciones dadas por los promotores de la idea para defender el mantenimiento de los sueldos es que también conservan el seguro de vida durante este periodo, cuestión ligada a la amenaza de ETA a algunos parlamentarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de marzo de 2001