Ericsson y Nokia, los dos gigantes nórdicos de las telecomunicaciones móviles, anunciaron ayer la supresión de 3.300 y de 400 empleos, respectivamente, como consecuencia de la caída de la demanda en el sector de la telefonía móvil, tanto de redes como de aparatos.
Ericsson, que este primer cuatrimestre perderá dinero por primera vez en nueve años, suprimirá el 3% del total de su plantilla: 2.100 empleos en Suecia, en sus factorías de Kumla y Linkoeping, y los otros 1.200 puestos de trabajo restantes en sus fábricas inglesas de Carlton y Scunthorpe, dedicadas a la fabricación de teléfonos y que podrían cerrar en el tercer trimestre de este año. La eliminación de puestos de trabajo forma parte de un plan de recorte de gastos de 2.200 millones de euros anuales (366.000 millones de pesetas), que se pondrá en marcha a partir de 2002.
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Por su parte, la principal rival del grupo sueco, la finlandesa Nokia, apuntó que despedirá entre 300 y 400 personas, de su división de infraestructuras de redes móviles, dentro de un plan para aumentar la rentabilidad.
La reacción de los mercados fue muy dispar. El anuncio del plan de recorte de gastos de Ericsson motivó una recuperación de sus acciones cercana al 9% en la Bolsa de Estocolmo, mientras que los títulos de Nokia caían el 5%, al no ser considerado suficiente el recorte de plantilla anunciado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de marzo de 2001