La retirada de beneficios ha hecho acto de presencia en los mercados de valores casi por obligación, al igual que el pasado viernes se producía un rebote técnico como consecuencia de las fuertes caídas anteriores. En el caso del mercado español, el poco dinero que entraba cada día y su concentración en muy pocos valores era ya un motivo de alarma para la inversión a corto, que veía peligrar sus posiciones.
Los descensos de los precios han sido, sin embargo, bastante suaves, comparados con las ganancias previas, lo que parecía restar importancia al movimiento, hasta que el mercado Nasdaq de Estados Unidos comenzó a perder más del 4%. La Bolsa de Nueva York bajaba el 2% a media sesión y hacía subir de tono el temor a un ajusta más prolongado.
La Bolsa de Madrid cedió el 0,99% y el Ibex 35 el 1,08%, con lo que las ganancias anuales se esfuman para Madrid y quedan reducidas al 0,59% para el Ibex 35.
Las expectativas de un descenso de los tipos de interés en la UE parecían desvanecerse tras conocerse el dato de crecimiento de la masa monetaria en el mes de febrero. Los analistas esperaban un ligero descenso, pero el volumen de dinero en circulación en la eurozona mantuvo un incremento del 4,7%, igual al de enero.
El otro indicador que utiliza el BCE para dirigir su política monetaria, el IPC, subió en febrero hasta el 2,6%, lo que hace muy difícil que funcionen las presiones para rebajar los tipos de interés en la reunión del consejo del BCE de esta mañana. El euro cayó hasta el mínimo anual en el cambio fijado por el BCE, con 0,8860 dólares, con lo que la moneda estadounidense pasaba a costar 187,79 pesetas, casi dos pesetas más por dólar que el día anterior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de marzo de 2001